Aquí Chico, Groucho, Harpo y el sombrero arman lío en A Night In The Opera (1935).
En 1797, un mercader textil llamado John Hetherington paseaba por el Strand londinense con un sombrero de seda negra, "una estructura alta y lustrosa, calculada para atemorizar a los tímidos." Se dice que las mujeres se desmayaron, varios niños gritaron e incluso unos perros dieron ladridos al verle, y que hasta un pequeño fue arrollado por una multitud que huía espantada del provocador Hetherington. La guardia urbana le detuvo, le hizo cargos por alteración de la tranquilidad pública e incitación al desorden y -aún asentando en el parte que "simplemente ejercía su derecho a aparecer con un tocado de diseño y elaboración propia, derecho el cual no se niega a ningún ciudadano inglés"- le detuvo en comisaría hasta completar el pago de 500 libras de multa.
(Traducido y adaptado del blog de The Times Online de hoy: http://timesonline.typepad.com/timesarchive/2010/01/why-inventors-werent-always-hailed-as-heroes.html)
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